martes, 16 de junio de 2015



Tu Nombre es Dulzura.
Tu Mirar es nuestra Vida.
Tu Corazón es nuestra Felicidad.
Tu Compañía es nuestra Paz.


 
 Eres la Nostalgia de todas las búsquedas,
Eres la Paz de todas las luchas;
Eres el Silencio más allá de todas las palabras,
Eres la Belleza más allá de todas las estrellas...
 
Eres la SANTIDAD de toda la Creación...


SANTIFICADO SEA TU NOMBRE...
 
Porque SOLO TÚ ERES... Todos los ídolos son sombras fugaces que pasan en el viento del tiempo.
Solamente Tú Eres el Único y el Santo; todo, fuera de Ti, es reflejo.
Sacramento de Tu Sabiduría: Don Maravilloso de Tus Manos son:
El sol, la luna, las estrellas, las plantas, las montañas y mares, los pájaros y peces, la lluvia y el viento, el cielo y la tierra...
 
... Dan testimonio a cada instante de la Fuente, la Meta... la Gracia de Tu Gloria.



SANTIFICAR TU NOMBRE ES:
  •  Dar testimonio en nuestra vida, en nuestras actitudes, en nuestra mirada, en nuestras palabras, en nuestros gestos, en nuestros trabajos, por medio de todo lo que somos y hacemos, de tu Voluntad Santa, Padre Mío.
  • Abrazar Tus Sueños.
  • Abrir nuestro corazón a Ti Mi Dios Omnipotente... Quien Vive en nosotros.
  • Sumergirnos en Tu Sagrado Corazón.


SANTIFICAR TU NOMBRE ES:
  • Identificarnos Contigo.
  • Dejar que Entres en nosotros, como el agua penetra en la tierra.
  • Respirarte como el aire que inspiramos a cada instante.
  • Transformarnos de etapa en etapa, de gloria en gloria, de esplendor en esplendor, hasta que nuestra vida pueda identificarse con Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo...
"Ya no soy yo quien vive,
Es Cristo que Vive en mí"

  • Transformar el mundo en Pan y realizar el milagro de compartirlo solidaria y fraternalmente.

SANTIFICAR TU NOMBRE ES:
  • Multiplicar el gesto de Cristo que se multiplica en la donación de cada uno de nosotros.
  • Crear lazos más fraternos por medio de nuestra acción solidaria.
  • Mejorar la calidad de vida para todos.
  • Reconocer que sólo TU ERES DIOS y nosotros somos humanos, colaboradores tuyos...

Alabar, Respetar, Bendecir, Glorificar, Reconocer y Admirar la belleza y Bondad,
La Perfección y Pureza, El Origen y Meta, La Gracia y la Luz, La Verdad y el Misterio,
El encanto y la Gracia Tuyas... en todas las cosas.
 
La SANTIDAD Es Tu Propia Identidad, Tu Esencia, La Verdad Plena de Tu Ser.

Muchas GRACIAS PADRE; porque participamos de Tu Luz, de Tu Reino de Amor, de Vida, de Gracia, de Santidad... mediante los Sacramentos que alientan nuestra pequeña vida. 
 
¡Las montañas y los mares, las plantas y las flores,
los peces y los pájaros, y toda la creación;
cantan  TU GLORIA!.
 
Toda realidad es Santa, Bella, Pura, porque es Proyección de aquello que Tú, Padre Celestial; Has Querido, Soñado y Creado. 
 
SANTIFICAR es descubrir Tu Voluntad Divina que hizo surgir todas las cosas de la Plenitud de Tu Amor.
 
La SANTIDAD es nuestra vocación, nuestra más profunda experiencia Contigo Señor; nuestra misión es: ¡Florecer e irradiar!.


Ayúdanos a Ser:
Plenamente humanos como Tú Eres Plenamente Divino...
Alegres y Fraternos como Francisco de Asís.
Místicos y Contemplativos como Teresa de Ávila y Teresita de Lisieux.
Sacrificados y Solidarios como Vicente de Paúl y Juan de Dios.
Humildes y Pequeños como Martín de Porres y Teresa de Calcuta.
Osados y Revolucionarios como Martín Luther King y Juan XXIII...

Haz que venzamos toda idolatría ante LA LUZ DE TU SANTIDAD y demos testimonio de Ella con una luminosa vida, llena de AMOR... Amén.

domingo, 14 de junio de 2015

Que estás en el Cielo...




¿Dónde está el cielo?...  ¿Dónde está Nuestro Padre?...

Entre nosotros. En medio de nosotros. Dentro de nosotros.

"El que me Ama, cumplirá mi mensaje y mi Padre le demostrará su Amor: Vendremos a Él y nos quedaremos a vivir con él (Jn 14, 23).

¡Qué maravilla!... Dios hace su hogar en el pesebre de nuestro humilde corazón. Siempre podremos encontrar a Dios en la casa de nuestro Amor.


¿Dónde está Jesucristo... En el cielo... en las nubes altísimas aislado, ausente, alienado?...

No.

"Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo".


¿Dónde está el Espíritu Santo?... 

Habita entre nosotros y en nosotros.

"El Amor de Dios fue derramado plenamente en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que habita en nosotros".


El universo entero es un libro abierto en que podemos admirar las maravillas de Dios, que creó todo para su Hijo Amado Jesucristo y para nosotros, hijos queridos de su Corazón.

"Para nosotros no hay más que un Dios: El Padre, de quien procede el universo y a quien estamos destinados nosotros y un sólo Señor: Jesús el Mesías, por quien existe el universo y por quien existimos nosotros. (1 Co 8,6).


Nuestro Hogar definitivo, la Patria Verdadera, el Sol que jamás dejará de alumbrar, el Sentido Último de nuestra caminata es contemplar para siempre el Rostro Amoroso de Dios Padre.



Padre querido:

Danos un corazón grande, abierto, fuerte, sensible; que comunique esperanza, alegría y bondad para todos.

Una mirada atenta y maravillada ante la belleza que existe en el jardín de la Creación y una mirada solidaria con el pueblo que sufre.

Piernas vigorosas para caminar y visitar a las personas que necesitan de nuestra presencia y cuidados.

Concédenos la capacidad de oír Tu Voz en los signos del tiempo:

La Defensa de la Dignidad de la Vida de la persona humana, de la grandeza de la mujer.

Danos manos generosas para compartir el pan y abrazar a los hermanos con cariño y simpatía.

Bendice nuestra boca para comunicar a todos tu Palabra de Vida, de Confianza, de Fortaleza.

Renueva la conciencia de nuestra responsabilidad...
¡Libéranos de toda opresión!.

Padre Nuestro...
 
 
 
 
Te saludamos, con todo nuestro amor, nuestra gratitud, toda nuestra confianza y admiración y te alabamos como Padre del Único Hijo Amado, Nuestro Señor Jesucristo... y Padre Nuestro por la participación en una admirable filiación.
 
 
 
Enséñanos a:
 
  1. Permanecer en el amor.
  2. Afianzarnos en el amor de tu Hijo Jesucristo.
  3. Instaurar el amor ahí donde se vive la diferencia y el odio.
  4. Entregar nuestra vida en el servicio de todos los hermanos.
  5. Expresar nuestra donación a los demás en gestos concretos.
  6. Dar testimonio del amor del Padre como hijos de Dios.
  7. Ser solidarios.
  8. Abrazar a todos los que no son tratados como hermanos.
  9. Comprender el sentido de los valores, cultura, intereses y problemas del otro.
  10. Sentir empatía para derribar murallas y sentir la verdadera compasión universal.
  11. Amar todo lo que es de Dios y lo que Dios quiere de cada uno de nosotros.
  12. Vivir en comunión de Fe, Esperanza y Solidaridad.

 
 

jueves, 11 de junio de 2015

 
 
¿Cómo vivir lo "nuestro" cuando nos envuelve una cultura individualista, de intereses egoístas, de triunfalismo inmediatista?.
 
El egoísmo es la fuente de todos los males. El Amor en cambio; es origen de todo bien, clave que une a los opuestos. ¿Cómo salir de la presión de la posesividad, del narcisismo?... Tanto repetimos el PADRE NUESTRO, que olvidamos su Verdadero Sentido.
 
Todos somos hijos amados de Dios. Todos somos, por tanto, HERMANOS. Todos juntos, sin excepción. ¡Es muy fácil rezar!... pero; ¡Cómo es difícil VIVIR, HACER, TESTIMONIAR. ¿Cómo destronar a "su majestad el YO, el ego"?.
 
Hablamos demasiado de: "Mi vida, mi placer, mi casa, mi cama, mi carro, mi cuenta bancaria, mi presente, mi futuro, mis enfermedades, mis preocupaciones, mi punto de vista... mi realidad...".
 
¿Por qué olvidamos lo nuestro?... Nuestro Padre Celestial, nuestra Madre del Cielo... Nuestro Señor Jesucristo... y de ahí se desprende:
 
Nuestra vida, nuestra salud, nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros hermanos, nuestros compañeros, nuestra fe, nuestra esperanza, nuestro amor, nuestra felicidad, nuestra comunidad, nuestra iglesia, nuestro país, nuestro planeta, nuestros sufrimientos, nuestra angustia, nuestras esperanzas...
 
Todos son nuestros hermanos... Son nuestro Sacramento. Son nuestra Epifanía de Dios... ¿Quienes?... 
 
El que camina a nuestro lado en la vereda, El que vive en el barrio pobre de enfrente. El que se sienta a nuestro lado en el autobús, en el metro. El que está en el lecho del hospital. El que está en prisión. El que está en la miseria. El que está sumido en la desesperación. El que está sumergido en la depresión.
 
Es necesario RESPETAR al otro en su singularidad y diversidad y preocuparse por sus angustias y esperanzas... por sus derechos...
 
El otro... El excluido y explotado. El olvidado y anónimo. El ofendido y humillado. El ciego y sordo. El grande o pequeño. El empobrecido y pisoteado. El despreciado y marginado. El enfermo de cáncer o sida. También el feliz o infeliz. El indígena o el que se encuentra en alguna secta. El portero o empleado.
 
Pasar a la realidad del otro es un Paso Pascual, sólo es posible con la Gracia de Dios. Importa ir más allá de la frontera del "yo" para ir en busca del "Tú".
 
Todos somos hermanos, por eso; cuando oramos, nos atrevemos a decir: "Padre Nuestro".
 
 
 
PADRE... Tu Nombre es:
 
  • Ternura, Sabiduría y Perseverancia.
  • Misterio Eterno, Absoluto, Infinito, Inefable.
  • Paz, Justicia y Compasión.
  • Acogida, Morada, Hogar.
  • Misericordia, Paciencia, Santidad.
  • Gloria, Esplendor, Santidad.
  • Cuidado, Fidelidad, Protección.
  • Benevolencia, Confianza, Poder.
  • Alianza, Libertad, Victoria.
  • Sentido, Bienaventuranza, Plenitud.
  • Coparticipación, Solidaridad, Renovación...
 
  
 
...PADRE ES "TU NOMBRE".
 
 
Padre Amado, Padre Querido:
 
Tu compañía es nuestra paz. Tu Amor es nuestra felicidad. Tu Voluntad es nuestra osadía y fortaleza. Tu Bondad es nuestra confianza. Tu Misterio es nuestra admiración. Tu Belleza es nuestra fascinación, Tu Espíritu es nuestra riqueza. 
 
Tu Hijo es nuestro modelo. Tu Alianza es nuestro entusiasmo. Tu Gracia es nuestra vida. Tu Misericordia es nuestro perdón. Tu Palabra es nuestra luz. Tu Sabiduría es nuestro placer. Tu Santidad es nuestra pasión.
 
Tu Gloria es nuestra encomienda. Tu Gratuidad es nuestra gratitud. Tu Reino es nuestra misión. Tu Verdad es nuestro esfuerzo. Tu Libertad es nuestra decisión. Tu Cuidado es nuestra bendición. Tu Justicia es nuestro compromiso.
 
Tu Fidelidad es nuestra vocación. Tu providencia es nuestra delicia. Tu Paciencia es nuestra salvación. Tu Presencia es nuestra dignidad. Tu Paz es nuestro desafío. Tu Vida es nuestra plenitud. Tu Amor es nuestro único y gran tesoro.
 
¡TE AMO!...
¡Gracias por caminar siempre a mi lado!...
 
 

martes, 9 de junio de 2015

ORAR...
 
 
 
  • Es despertar a la maravillosa Presencia de Dios.
  • Es experimentar la indestructible Alianza con Dios.
  • Es hacer de Dios el Centro, el Manantial y el Mar de nuestra existencia.
  • Es superar la soledad y sentir la Unidad y Plenitud con Dios.
  • Es reposar en roca firme, en un mundo siempre inquieto.
  • Es sentirse niño en los brazos de la Infinita Ternura de Dios Padre y Madre.
  • Es renacer a cada día, cada momento, en el abrazo íntimo con Dios.
  • Es abrirse con toda gratitud a los sueños de Dios.
  • Es mirar a los demás, el mundo y a los acontecimientos con ojos nuevos y encontrar en todo la Luz Preciosa del Gran Misterio de Dios.
  • Es cambiar la actitud interior de acuerdo con la Voluntad de Dios.
  • Es florecer cada día en el jardín de la vida, al sentir el sol del contacto con Dios.
  • Es liberarse del yugo del automatismo y la rutina, para hacer de Dios la máxima razón de vivir.
  • Es mirar hacia dentro del Corazón y descubrir aquello que es realmente importante y decisivo en el camino que estamos viviendo.
  • Es descubrir que la felicidad no depende en el tener, en el placer... en el poder; sino, de la capacidad de Amar. Es aceptar la vida como un permanente milagro de gratitud.
  • Es desapegarse y profundizar en el Mar de la Libertad, más allá de todas las limitaciones.
  • Es recuperar nuestra energía y nuestros dones, para hacer una escala en el tren de la vida y vincularnos a los demás.
  • Es encontrar a alguien que vele por nosotros en la navegación del barco de nuestra alma.
  • Es intuir que podemos dar los pequeños pasos de cada día con inmenso amor.
  • Es creer que la bondad puede brillar, a pesar de toda la maldad que amenaza nuestra vida.
  • Es aprender a usar nuestros Talentos para crear lazos de bondad, ternura, solidaridad y paz.
  • Es bendecir el Milagro de cada día, de cada persona que encontramos en nuestro camino, de cada pájaro, cada flor, cada abeja...
  • Es la manera ideal para modificar y ampliar nuestra conciencia.
  • Es aprender a manejar y cultivar los sentimientos, comprendiendo el ritmo del Corazón.
  • Es descubrir la ternura en el encuentro, el placer de existir y amar.
  • Es encontrar estrellas en la alborada, a pesar de la nebulosidad del mundo.
  • Es dilatar las fronteras del alma.
  • Es el gran canto de la vida, la música del Universo, la sinfonía de la Creación.
  • Es construir el arco iris de la Paz que brilla, a pesar de las tormentas y de las nubes.
SER CRISTIANO ES DAR TESTIMONIO 
DEL PADRE NUESTRO EN LA VIDA DE CADA DIA.
 
El mayor apostolado no es hablar... ni rezar; sino, SER LA VIVENCIA EJEMPLAR DE LA ORACION DEL SEÑOR.
 
Rezar el Padre Nuestro, es transformarse y transformar al mundo.
 
 
El Padre Nuestro es la Perla de todo el Evangelio, es el Encuentro del cielo con la tierra, de lo Divino con lo humano, de lo Invisible con lo Visible; de lo Personal con lo social; del Reino de Dios con la vida de todos nosotros; de la Voluntad Divina, con la voluntad humana... de la Espiritualidad, con la solidaridad.
 
ES EL ENCUENTRO DE LA BONDAD DEL PADRE
CON EL DRAMA DE LOS SERES HUMANOS

 
 

lunes, 8 de junio de 2015

Bienvenid@s

 

¡VIVE EL PADRE NUESTRO!...

Hace más de dos mil años que rezamos el Padre Nuestro, pero el ser humano aún gime a causa de muchos sufrimientos...El gran desafío no es rezar el PADRE NUESTRO, sino VIVIR EL PADRE NUESTRO en nuestro diario caminar.
 
Es hora de poner en práctica lo que rezamos, de asumir con coherencia y perseverancia el compromiso de transformar nuestra realidad.
 
En el agitado mundo en que vivimos, cada día encontramos menos tiempo para meditar, reflexionar, orar, contemplar...
 
Hablamos demasiado, vemos demasiado la televisión, nos distraemos demasiado... Parece que tenemos miedo de sumergirnos en el silencio. Pero  si el silencio nos pesa tanto, es precisamente por la gran necesidad que tenemos de él.
 
"LAS GRANDES COSAS ACONTECEN EN EL SILENCIO"...
 
El desafío es comenzar ¡HOY!.