Tu Nombre es Dulzura.
Tu Mirar es nuestra Vida.
Tu Corazón es nuestra Felicidad.
Tu Compañía es nuestra Paz.
Eres la Nostalgia de todas las búsquedas,
Eres la Paz de todas las luchas;
Eres el Silencio más allá de todas las palabras,
Eres la Belleza más allá de todas las estrellas...
Eres la SANTIDAD de toda la Creación...
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE...
Porque SOLO TÚ ERES... Todos los ídolos son sombras fugaces que pasan en el viento del tiempo.
Solamente Tú Eres el Único y el Santo; todo, fuera de Ti, es reflejo.
Sacramento de Tu Sabiduría: Don Maravilloso de Tus Manos son:
El sol, la luna, las estrellas, las plantas, las montañas y mares, los pájaros y peces, la lluvia y el viento, el cielo y la tierra...
... Dan testimonio a cada instante de la Fuente, la Meta... la Gracia de Tu Gloria.
SANTIFICAR TU NOMBRE ES:
- Dar testimonio en nuestra vida, en nuestras actitudes, en nuestra mirada, en nuestras palabras, en nuestros gestos, en nuestros trabajos, por medio de todo lo que somos y hacemos, de tu Voluntad Santa, Padre Mío.
- Abrazar Tus Sueños.
- Abrir nuestro corazón a Ti Mi Dios Omnipotente... Quien Vive en nosotros.
- Sumergirnos en Tu Sagrado Corazón.
SANTIFICAR TU NOMBRE ES:
- Identificarnos Contigo.
- Dejar que Entres en nosotros, como el agua penetra en la tierra.
- Respirarte como el aire que inspiramos a cada instante.
- Transformarnos de etapa en etapa, de gloria en gloria, de esplendor en esplendor, hasta que nuestra vida pueda identificarse con Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo...
"Ya no soy yo quien vive,
Es Cristo que Vive en mí"
- Transformar el mundo en Pan y realizar el milagro de compartirlo solidaria y fraternalmente.
SANTIFICAR TU NOMBRE ES:
- Multiplicar el gesto de Cristo que se multiplica en la donación de cada uno de nosotros.
- Crear lazos más fraternos por medio de nuestra acción solidaria.
- Mejorar la calidad de vida para todos.
- Reconocer que sólo TU ERES DIOS y nosotros somos humanos, colaboradores tuyos...
Alabar, Respetar, Bendecir, Glorificar, Reconocer y Admirar la belleza y Bondad,
La Perfección y Pureza, El Origen y Meta, La Gracia y la Luz, La Verdad y el Misterio,
El encanto y la Gracia Tuyas... en todas las cosas.
La SANTIDAD Es Tu Propia Identidad, Tu Esencia, La Verdad Plena de Tu Ser.
Muchas GRACIAS PADRE; porque participamos de Tu Luz, de Tu Reino de Amor, de Vida, de Gracia, de Santidad... mediante los Sacramentos que alientan nuestra pequeña vida.
¡Las montañas y los mares, las plantas y las flores,
los peces y los pájaros, y toda la creación;
cantan TU GLORIA!.
Toda realidad es Santa, Bella, Pura, porque es Proyección de aquello que Tú, Padre Celestial; Has Querido, Soñado y Creado.
SANTIFICAR es descubrir Tu Voluntad Divina que hizo surgir todas las cosas de la Plenitud de Tu Amor.
La SANTIDAD es nuestra vocación, nuestra más profunda experiencia Contigo Señor; nuestra misión es: ¡Florecer e irradiar!.
Ayúdanos a Ser:
Plenamente humanos como Tú Eres Plenamente Divino...
Alegres y Fraternos como Francisco de Asís.
Místicos y Contemplativos como Teresa de Ávila y Teresita de Lisieux.
Sacrificados y Solidarios como Vicente de Paúl y Juan de Dios.
Humildes y Pequeños como Martín de Porres y Teresa de Calcuta.
Osados y Revolucionarios como Martín Luther King y Juan XXIII...
Haz que venzamos toda idolatría ante LA LUZ DE TU SANTIDAD y demos testimonio de Ella con una luminosa vida, llena de AMOR... Amén.
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